Silvina Vital | Confraternidad

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Silvina Vital | Confraternidad

El Amici 73 fue lanzado desde la plataforma de Cabo Cañaveral exactamente a las 7.45 hora local. Su misión: surcar los cielos en busca de vida interestelar y crear vínculos de amistad y confraternidad. El cohete es tripulado por un reducido grupo de expertos entre los que se hallan tres astronautas, un físico, un matemático, un operario y un bufón, cada uno con el objetivo claro de llevar a otros mundos en la oscuridad de los cielos, el mensaje de hermandad propio de la comunidad terrícola.

Un sistema de audio digitalizado se extiende por todos los rincones del Amici 73 para mantener el espíritu radiante de los tripulantes durante todo el viaje; el sonido de violines y de algunas violas ocasionales ameniza la atmósfera artificial de la cápsula las 24 horas sin interrupción. El principio detrás de la metodología: la música, regalos de los dioses, logra disipar las ansiedades de los humanos cautivos a la deriva en el espacio.

Desde un principio la música acompaña cada movimiento en el interior de la cápsula e influye positivamente en las comunicaciones personales. Al cabo de unos días la música, redundante en sonidos, homogénea en su estilo, comienza a interferir en el humor de la tripulación, y los intercambios dentro de la cápsula se vuelven más discutidos, más ríspidos. Los sonidos de violines enturbian el pensamiento de dos de los astronautas, y hartos de tanta cuerda, ambos recurren al uso de protectores para los oídos. El operario sigue luego el ejemplo. El físico y el matemático se tornan intolerantes uno con otro y discuten de ciencia, de astronomía, de cálculo, y de tripas de nylon para violín. El otro astronauta, cansado de tanto sonido y tanta gresca, se coloca también sus protectores. El bufón –el más gregario de los tripulantes- casi enloquece con la casi inexistente comunicación con sus compañeros, sumada ésta a la solitaria vista oscura del universo y a los perturbadores caprichos de Paganini.

Los últimos en hacer uso de los protectores auditivos son los dos académicos, quienes protagonizan su último brote neurótico con una acalorada discusión respecto de la posición del arco en la ejecución de Markov en el Caprice 24. Los dos expertos cierran la contienda desplazándose en direcciones opuestas, cada uno en busca de sus protectores para oídos, y nunca jamás vuelven a dirigirse la palabra. La tripulación del Amici 73 anda desde el día 324 de su misión por los mares oscuros del espacio exterior rodeada de sonidos de violines y violas que nadie escucha, con expertos con los oídos tapados, sin comunicación lingüística y de mal humor.

Se informa desde tierra a todos los medios de comunicación del mundo que la misión Amici 73 sigue con todo éxito atravesando los desiertos del universo estelar en busca de seres amigables para confraternizar.


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